Personas activas,
personas felices
Nuestro modelo de atención está centrado en las personas. El día a día de los residentes se centra en una gran variedad de actividades a las que destinan tiempo de calidad.
Personalización y dinamismo
Somos 74 residentes. Personas diversas con distintas características personales, sociales y emocionales. Personas con diferentes gustos, formas de pensar y de vivir su tiempo.
Desde el equipo del centro trabajamos para conocer todos estos aspectos de cada uno y organizar las actividades en el centro en función de todas estas características.
Por eso la oferta de actividades está siempre en constante cambio y mejora.
Actividades de calidad, tiempo de calidad
Sabemos que tener una oferta de actividades adecuada supone una mejora de la calidad de vida de nuestros residentes.
Las actividades son la ocupación de los residentes en su día a día. Nos permiten mantener sus capacidades físicas y cognitivas. Pero también son las que le dan motivación, ilusión y felicidad.
Por eso pensamos que son esenciales la innovación, la escucha y participación activa de las personas que viven en el centro, además de la originalidad y el mantenimiento de todas aquellas actividades que son significativas para ellos.
Una oferta variada
Ofrecemos actividades variadas de forma diaria. Algunas innovadoras y otras más tradicionales. Todo ello con el objetivo de que nuestros residentes sean más felices, tengan propósitos, motivaciones e ilusiones.
Oferta de actividades
Decidimos las actividades entre todos
Desde 2018 hemos establecido un método de trabajo para decidir las actividades entre todos y todas. Entre el personal, técnicos de referencia de cada grupo de convivencia y los propios residentes y familiares.
Para ello realizamos reuniones periódicas (ACP) con cada residente y/o familiares para captar de primera mano su opinión sobre las actividades que se están realizando. Para mantener lo que le gusta o saber qué consideran que hay que cambiar.
En el día a día, a través de la escucha activa y la observación por parte de todo el equipo vemos lo que funciona, lo que no, lo que hay que adaptar o cambiar, o hacer de forma completamente distinta.
Por último y de forma mensual se realizan asambleas con las personas que viven en el centro donde ellos valoran actividades que se han llevado a cabo, deciden cuáles querrían hacer, cómo las querrían hacer, cuáles querrían cambiar o cuáles no querrían hacer.
A partir de todo este proceso, el equipo y los residentes elaboramos la propuesta de actividades.
